Así escribo

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Así escribo

No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.

Oscar Wilde

Mis dedos se mueven febrilmente sobre el teclado, el chasquido de cada tecla al ser presionado me hipnotiza y es así como escribo. En mi mente ideas fluyen en un río de sin sentidos que se tornan en un texto. No siempre resulta algo que hubiera sido pensado concienzudamente, en realidad nunca hay nada planificado. Sólo dejo que mi cabeza ande por los senderos de pensamientos rudimentarios las más de las veces, nociones sin significado aparente que van apareciendo en la pantalla del ordenador.

No es que la escritura sea un conocimiento sin orden, es simplemente que así se suceden las cosas en una mente que no ordena ideas previamente, sólo las plasma y el resultado es lo que se lee en esta vitrina virtual que ahora miras.

Las imágenes corren en un maremagno que me es agradable y que forma parte de lo que soy, de lo que deseo ser y de lo que jamás seré. Personajes, situaciones, sentimientos son dibujados por mis manos, más no soy yo quien pinta, es algo que no se explicar. Sólo ocurre de esa manera.

Algunas veces son historias de ficción, otras tantas es la realidad que se esboza como ficción y la mayoría de las veces es una mezcolanza de ambas cosas. ¿Qué por qué lo hago de esa manera? Como dije sólo ocurre así. Y mientras tanto los acordes de guitarras fantásticas se introducen a través de mis oídos para logrando que perciba en la música otras tantas concepciones que no siempre puedo modelar con palabras. Es imposible que dichas imágenes puedan ser descritas de lo increíbles que son. Es mi mente, sólo ella la que las entiende y he ahí lo que es para mí esa maravillosa experiencia que significa contar historias para ti.