Un cuento de sexo

El sexo difícilmente se trata solo de sexo. Shirley MacLaine

Desde hace algunos años he estado escribiendo relatos cortos sobre situaciones, fantasías y hechos de sexo. Muchos son ficción, otros sublimación de mi realidad y otros tantos una mezcla de ambas cosas.

Meses atrás publiqué una historia a la cual llamé "Para ti mujer". En aquel momento no era mucha la gente que me leía, ahora la cuestión es diferente, sigue sin leerme mucha gente, pero quienes me siguen están siempre pendientes de lo que escribo.

De ahí a que se me ocurriera pedirles que me dijeran si les parecía positiva o no la publicación de otro relato de éste género literario que tanto me gusta. Nadie respondió a mi propuesta así que he pensado que todos desean leer sobre el tema (¿a quién no le gusta el sexo?).

Lo que leerán a continuación es un relato ambientado en un futuro - próximo o no - y describe una fantasía que ha dado vueltas en mi cabeza desde hace bastante tiempo.

Para no aburrirles, he aquí el texto.

Estaba yo escribiendo frente a mi PC, la escuchaba a ella detrás de mí, creo que se preparaba algo en la cocina. Mientras pisaba tecla tras tecla mi mente divagaba y mis pensamientos se centraron en ella, la mujer que me había llevado donde me encontraba ahora. Mi carrera como escritor tenía algunos años en plena cúspide mi fama era mundial, pero aún antes de eso, ella aparecía, entraba a mi vida por algunos días y luego desaparecía sin más. Durante esos días, el desenfreno y la pasión me desbordaban; por otra parte, era ella, motivo de inspiración, no como Gala, sino como apoyo, como gran consejera. Solía leer mis historias antes que nadie y me hacía observaciones, sugerencias. Ella como nadie siempre me apoyó, y lo hizo creyendo en mi antes de que la suerte se me acercara. Era pues una compañera ocasional, que me regalaba durante algunos días amor, pasión, sexo, consejo y guía.

Era una hermosa mujer de rasgos aindiados, grandes ojos, directos. Dulces a veces, duros otras. De amplia y blanca sonrisa, tan blanca su franqueza al conversar. Era bella cuando sonreía, ella lo sabía y me llenaba de dicha obsequiándome su risa. Sus cabellos caían negros, cual cascada sobre sus hombros y espalda era negro como el azabache y tan lacio como una capa de seda.

Su voz parecía aterciopelada lo mismo podía causarme la máxima ternura como llevarme a un sublime estado de una pseudo hipnosis pasional. Esas piernas largas, torneadas que terminaban en dos hermosos pies me desquiciaban y podía acariciarlas por horas como si de un peluche se tratara.

Su piel, su piel era lo que realmente me volvía loco, de color ébano, como canela, como la tierra húmeda en el campo, además era sedosa, suave como la piel de un durazno, de un olor dulzón que no tenía comparación, si, definitivamente su piel me sacaba de mi sano juicio.

Sin embargo todas esas cualidades físicas, era ella misma, su personalidad lo que me encantaba, era dura, pero necesitaba ser ...me ericé y sólo moví mi nuca para que pudiera acercar más su rostro al mío.protegida, era decidida pero mi apoyo la impulsaba, era una excelente profesional, pero se acercaba a mi en busca de consejo. Era desde cualquier punto de vista una mujer con todas las de la ley. Y lo mejor, era mía y de nadie más durante algunos días tres o cuatro veces al año. Nunca hubo ataduras ni falsas imitaciones de familia entre nosotros. Ella en alguna otra parte ya poseía cubierto ese aspecto de su vida y tal vez eso terminaba por hacer de nuestra relación una imagen impecable de la entrega entre dos amantes que sólo anhelaban disfrutar el uno del otro, de entregarse sin compromisos que puedan aburrir, molestar, fastidiar.

Todo eso pasaba por mi mente cuando la sentí detrás de mí. Podía olfatearla y sentir su aroma mientras caminaba por mi departamento. Podía saber donde se encontraba aún sin necesidad de verla, tal era la identificación que causaba en mi.

Temblé, sus manos se acercaban a mi nuca, podía percibirla y su sonrisa debía ser pícara - estaba seguro de ello.

Una de sus manos se posó en mi cuello y me acarició suavemente, la otra pasó por encima de mi hombro y se dejó caer por sobre mi pecho, metiéndose entre la abertura de la camisa que llevaba desabotonada.

Seguí escribiendo o más bien simulé hacerlo, se que ella casi se carcajea al sentirme simulando. Ambos estábamos conectados y sabíamos lo que deseábamos sin necesidad de pedirlo. Sabíamos también que yo no tenía la suficiente fuerza de voluntad para resistírmele. Continuó acariciando mi pecho y mi nuca y fue cuando sentí su aliento cerca de mi oído, me ericé y sólo moví mi nuca para que pudiera acercar más su rostro al mío. Sus labios empezaron a besar suavemente mi oreja y bajaba despacio hacia mi rostro, mientras tanto su otra mano se unió a su gemela en mi pecho e iniciaron ambas unas suaves caricias y delicados pellizcos en mis tetillas. Mi respiración era entrecortada y me dejaba hacer. Ella sabía que era dueña de la situación y eso la excitaba.

Susurró, pero no pude entenderla, ahora su respiración era suave, pero por momentos se cortaba en largos suspiros, tal era su estado de agitación. Mientras besaba mis mejillas de un lado y otro, sus inquietas manos apretaban, pellizcaban, acariciaban. Yo estaba enervado por la excitación que me causaba todo aquel juego. Tomé sus manos suavemente y las guié hacia el borde de mis pantalones, las solté allí y dejé que siguieran solas el camino que les había trazado.

Al sentir sus dedos sobre mi sexo, un grave suspiro escapó de mi garganta, ella delicadamente me acariciaba y seguía besando todo mi rostro. En un movimiento casi violento di vuelta a la silla y quedamos frente a frente. El movimiento había provocado que ella me soltase, y fue cuando pude verla. Hallábase de pie, sonriente, espléndida, un diminuto negligé cubría su atezado cuerpo, era de color blanco, pero el era traslúcido. Miró a mis ojos y sonrió como sólo ella sabía hacerlo. Se sentó sobre mis piernas y empezamos a besarnos como locos, como si el tiempo se nos acabara, como si fuera el fin del mundo. Nuestra pasión nos llevaba a mordernos, a lamer nuestros rostros, a aspirar nuestros alientos. Nuestras manos ya no se detuvieron más aferrándose en el cuerpo del otro, acariciando, sobando, apretando…

Usando sus manos se separó de mí, apoyándolas sobre mi pecho ya desnudo. Se puso de pié y con un movimiento muy lujurioso levantó un poco el negligé, tomó los bordes del bikini que cubría su delicioso sexo y dejo caer la prenda entre sus piernas hasta el suelo. Se acercó nuevamente a la silla donde yo, estúpido objeto de su lujuria, esperaba sabiendo ansioso. Se agachó frente a mi, desabrochando primero el cinturón y luego mi pantalón. Bajo las botas del mismo hasta más abajo de mis rodillas y luego hizo lo mismo con mi ropa interior. Se incorporó nuevamente y abriendo sus piernas se acomodó sobre las mías.

Me introdujo en ella casi con rabia, dejándose caer con todo su peso sobre mi erecta hombría. Al hacerlo se abrazó a mi cuello, al mismo tiempo la tomé por la cintura apretándola contra mi. Era sangre, ella me mordía por la excitación, pero yo no sentía dolor, sólo placer...Así nos quedamos unos instantes, no se si minutos, sólo queríamos disfrutar de encontrarnos unidos como si fuéramos uno sólo. Después, empezó lentamente a subir y bajar, dejando que mi virilidad entrara y saliera de ella acompasadamente. Su ritmo se iba haciendo cada vez más frenético y yo disfrutaba de verla así, entregada, lujuriosa. Sus movimientos eran cada vez más rápidos, yo acariciaba sus nalgas, su espalda, besaba su cuello, sus pechos.

Un grito ahogado, un temblor incontrolable y la tensión de su cuerpo me dijeron lo que sucedía en su interior, fue entonces, sin dejar que su éxtasis finalizara que empecé a moverme, tomándola por las nalgas, me levanté de la silla cargándola. Con mis brazos empecé a mecerla hacia delante y hacia atrás, apoyando éste movimiento con el vaivén de mis caderas. Sentí humedad sobre mi hombro, un hilo rojo empezó a correr sobre mi pecho. Era sangre, ella me mordía por la excitación, pero yo no sentía dolor, sólo placer, un grande y sublime placer, el placer que sólo ella era capaz de brindarme.

Cuando no pude más, me dejé correr en un orgasmo que bañó su interior con mis efluvios. Ella me abrazó aún más fuerte y yo me dejé caer nuevamente sobre la silla. Ella aún se aferraba a mí. Así estuvimos un buen rato mientras nuestras respiraciones se calmaban. Ni siquiera nos mirábamos, sólo estábamos abrazados el uno al otro. Luego separando su rostro un poco de mí y mirándome a los ojos preguntó: —¿Cómo puedes hacerme sentir todo eso? —Contigo es sencillo, te deseo como loco y además... además te amo. —le respondí dulcemente.

Besó suavemente mis labios y se recostó nuevamente sobre mi hombro. Sentí sus labios moverse cerca de mi oreja. —Yo también te amo. - susurró.

Sólo 27 hablaron pajita

Unknown | 15 diciembre, 2006 17:18

Bravo muchacho!!!!...
Primero te voy a responder la pregunta sobre si debes publicar o no tus relatos sexuales....por favor!"!! a quien no le gusta morbosear la mente ajena jjejejejee escribe cuanta cosa loca te pase por ese coco...
Tu relato está muy bueno, solo una cosa me hizo reír: mi erecta hombría...no se porque jejeje
Siga entregándonos sus memorias o lo que se le ocurra, que con gusto se leen, eso si...en letras grandes ahajajajajaja
Un abrazo

Shekinah | 16 diciembre, 2006 11:31

Me pareció excelente... erótico, excitante y sobrio... Es dificil hablar de sexo y erotismo sin caer en la vulgaridad!!

Y además, me encanta leer esas cosas... y a veces escribirlas.. aunque aún no me decido a publicarlas.... esperaré un poco.

Nuevamente, mis aplausos... un beso!!
( Ando perdida de estos lugares)..

Anónimo Responder | 16 diciembre, 2006 14:09

Muy bueno 3rn3st0! Es pasión, lujuria, y todo tan real...excitante además je je je! Un abrazo amigo!

3rn3st0 | 16 diciembre, 2006 15:44

Loco: Magnánimo maestro de los lunáticos, gracias por esas palabras de aliento, seguiré entonces mostrándoles ese lado oscuro de mi mente, jejejeje.

Pronto cambiaré mi plantilla, ya ese texto tan pequeño y el fondo oscuro no me gustan, tranquilo :-)

Shekinah: Bella Shekinah, me alegra de que te haya gustado, me costó mucho, pero si dices que no es vulgar, entonces logré lo que pretendía.

Pronto leeras más (espero).

No, ni tan perdida ;-)

3rn3st0 | 16 diciembre, 2006 15:47

Oswaldo: De eso se trata, de excitar a quien lea la historia. Me alegra que te haya Gustado.

Por cierto, tuve que eliminar tres copias de tu comentario. Debes haber tenido algún problema.

Edelweiss | 17 diciembre, 2006 22:22

Estos cuentos tuyos Ernesto!!! Geniales, del tipo que sean....y este además de bien e inteligentemente narrado, como es costumbre, es muy "provocador" jajaja

Saludos!! =)

Khabiria | 18 diciembre, 2006 00:03

Cada palabra la sentí! (de este y del anterior también)
Un abrazo
;)

Anónimo Responder | 18 diciembre, 2006 09:56

Uy! Me hiciste sonrojar! Pero te quedó muy bueno! 100% publicables!!!

Un abrazo!

3rn3st0 | 18 diciembre, 2006 10:29

Edelweiss: "Provocador", me gustó esa palabra. Y de alguna manera de eso se trata el erotismo escrito. Provocar al lector sensaciones, pensamientos, imágenes...

Los que me han comentado antes de tí y después de tí, me indican pues que no estoy errado :-)

Khabi: Me contanta mucho que así sea. Esa es la idea, como le dije a Edelweiss, hasta ahora todos me indican con sus comentarios que estoy en la senda correcta sobre esto del erotismo.

Gracias por estar acá nuevamente, se te extrañaba. :-)

Flaca Me veo obligado (más no por imposición), a dar las gracias. Gracias Flaca por esas palabras. Si te sonrojaste, logré mi objetivo, si me dices que es publicable 100%, entonces también logré mi objetivo. :-)

Anónimo Responder | 18 diciembre, 2006 18:28

Mmmmmmmmmmmmmm

Extasiante, divino, erótico sin caer en lo vulgar. Recree en mi mente este sensual relato y no pude evitar excitarme. Espero otro igual para así poder acabar...

Es la primera vez que por aca me paso no será la ultima.

Besos eróticos

Venus

Anónimo Responder | 20 diciembre, 2006 17:23

ERNESTO: WoOOooOOoooW, Ernesto, que ha pasado por aqui?? cuanto tenia sin venir por aqui., no por falta de ganas, sino por falta de tiempo. pero sabes que siempre te recuerdo afectuosamente. tanto que ya hasta corregi y te aumente mi regalo. jejeje. Casi me infarto con este post, y con ver mi nombre por alla en el area del confesionario. PERO POR QUE YOOOOOOOOOOOOO, que te hice!!!!!., mucho frio como para desnudar mi alma mi querido Ernesto. jejejje. aunque es todo lo que he hecho en mi blog. pero no es lo mismo todo en un mismo lugar!!!!!., mmmmmm volvere a leer el cuestionario aaaaa ver si me atrevo. jajajja. sobre este post., pues que decir?., uffffffffffffffff. jajjajaja. siiiiiiiiiiii uffff uffff y nada mas que uffffffffffff. aaaaaaaaaadiosssss.... cuidate!!! se te quiere. seguimos en contacto.

3rn3st0 | 20 diciembre, 2006 17:49

Venus Mmm, ah, ups, ¿que digo?. ¡Bienvenida!, eso antes que nada. Y bueno, creo que has expresado de la manera más vívida lo que yo deseaba transmitir.

Espero tus visitas, aunque no siempre escribo relatos de éste tipo.

:-)

Resonancias Mi apreciada y estimada Resonancias, gracias por el regalo, vi la cuestión y el incremento de la cantidad del mismo. Muchísimas gracias ;-)

Sobre éste post, respira profundo, cuenta hasta diez, tranquila :-)

Anónimo Responder | 22 diciembre, 2006 10:55

Muy buena decisión publicarlo. Siempre se agradece la pasión, somos sexo, pero el sexo es palabra.Muy bien¡¡

MI querido Ernesto vine con la intención de desearte un muy feliz año y que disfrutes las fiestas

besos y un abrazo grande

y

Anónimo Responder | 31 enero, 2007 18:44

excelente!!!

Anónimo Responder | 11 marzo, 2008 06:56

Además de erótico es humorístico, te copio un fragmento con el que me he destornillado.
"Tomé sus manos suavemente y las guié hacia el borde de mis pantalones, las solté allí y dejé que siguieran solas el camino que les había trazado."
Jajajaja, todavía me río con esos de las solté allí, que bueno, gracias por hacerme reir

Anónimo Responder | 28 abril, 2008 02:11

Ernesto estuvo buenisimo!!!!! me encanto fue algo tan real tan pleno lleno de locura desenfrenada y amor tan excitante... con tan solo desirte que me emocione al final...
Segui asi con esa mente tan abierta al momento de escribir algo!! Saludos y Besos

el secreto de monalisa | 01 mayo, 2009 18:10

Los tiempo, los momentos, la situación cotidiana, que es sin embargo extraordinaria, ese momento íntimo, que no necesita muchos diálogos, como viejos amantes que se conocen los tempos, las cadencias de ritmo, que aún se sorprenden descubriendo cosas nuevas, está perfecto, casi se pueden imaginar los aromas, el ambiente...

Por favor, publica más, es precioso y muy erótico!

Anónimo Responder | 04 marzo, 2011 12:42

woww mee qede con la boca abiertaa, te felicito muy buen relato ;:D

Jessi Glamour Responder | 25 abril, 2011 01:32

Mmmmmm ernesto como quisiera ser esa mujer que tanto gozó con tu erecta hombría!! se ve que eres capaz de hacer gozar a una mujerr, por diossss mmmm jeje, siempre te estaré esperando como más a ti te gustaaaa, un beso donde ya sabes jjaaja

Anónimo Responder | 12 octubre, 2012 16:27

Me encanto .. Ya te imaginaras como quede jeje saludos...



Amanda...

3rn3st0 | 12 octubre, 2012 20:54

Amanda: Primero que nada: ¡Bienvenida! Y bueno, ya me contarás sobre lo que has leído :-)

Arianne Cuárez | 09 marzo, 2013 01:19

Me dio gusto leer hasta el final y hasta imaginar la escena. Definitivamente lo haces muy bien.

3rn3st0 | 09 marzo, 2013 07:44

Arianne: Tu segundo comentario, espero que sigas pasando por acá. Me alegra que lograras imaginar la escena, eso busco: Que cada lector use su imaginación para recrear lo que escribo :-)

Sex Shop | 21 mayo, 2013 15:46

Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo Responder | 27 mayo, 2013 23:42

Me encantó el relato pude abstraerme en la lectura completamente, muy genial espero sigas publicando... ojalá un día cuentes algo sobre dos enamorados que se quieren y desean de verdad a pesar de la edad.

Palomita

Sex Shop | 17 septiembre, 2013 12:22

Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!

3rn3st0 | 17 septiembre, 2013 14:13

¡Gracias por el comentario Sex Shop, espero verte otra vez por acá :-)

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