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Tres preguntas, tres respuestas

Uno no se enamoró nunca, y ése fue su infierno. Otro, sí, y ésa fue su condena.

Robert Burton

Hoy, apenas me levanté, lo primero que me vino a la mente fue un recuerdo tuyo: Tu rostro frente a mí, la última vez que nos vimos. Llegaste caminando con ese paso tuyo, lento, altivo, elegante. Sonreías de esa manera en que sólo tú lo haces. Caminé hacia ti y nos abrazamos. Fue, ese abrazo, un largo y placentero momento donde pudimos sentir la necesidad del otro por tomar todo el amor y el deseo acumulados luego de más de una semana sin vernos. Vuelvo a pensar en esa imagen mientras te escribo y me reconforta.
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Un extraño día de la tierra

La tierra no es herencia de nuestros padres sino préstamo de nuestros hijos.

Anónimo

En los siguientes párrafos se narrará, como parte de la celebración del día de la tierra, las incidencias ocurridas durante la filmación del documental que, para National Geographic Channel, tuve a bien dirigir, escribir y filmar en la ciudad de Maracay, estado Aragua, Venezuela entre los días veintiuno de febrero y veintidós de abril del año 2010 y el cual será estrenado mundialmente un día de estos. En esa aventura, me acompañó un joven camarógrafo, de cuyo nombre prefiero no hacer memoria. Era un tipo con un diente partido y más terco que una mula.

El documental aún no tiene nombre, pero se están barajando dos opciones: Los tres monstruos perdidos o Historia absurda escrita por un carajo sin oficio. Los ejecutivos de NatGeo aún no se deciden. Sea como sea, espero que lo que lean a continuación, sea del agrado de todos y que al momento de estrenarse el documental, me escriban para saber sus opiniones. Ya sin más preámbulos mi aporte para el día de la tierra.
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Carta de amor para mi bella

En un beso, sabrás todo lo que he callado.

Pablo Neruda

Se que leerás esto otra vez, se que sonreirás y tus mejillas se tornarán carmesí con algunas de las cosas que aquí se plasmarán, también se que en cada letra, en cada palabra y en cada oración que ahora plasmo te verás retratada y se, por último que tu amor por mi crecerá un poco más. Este texto es tuyo mi amor...

Otra vez estoy frente a este teclado escribiéndote. Anoche tuvimos una conversación larga, casi seis horas hablamos. Aún me parece poco. Todo el tiempo que paso contigo me parece insuficiente y nuestra mutua ausencia es inconmensurablemente larga, el tiempo, en este caso, se disloca y los minutos junto a ti pasan a ser milésimas de segundo, mientras que la lejanía, la falta de ti se torna en un tiempo de hastío, de desespero, de no poder soportar y tener que hacerlo. Te extraño y te necesito.