Carta de amor para mi bella

En un beso, sabrás todo lo que he callado.

Pablo Neruda

Se que leerás esto otra vez, se que sonreirás y tus mejillas se tornarán carmesí con algunas de las cosas que aquí se plasmarán, también se que en cada letra, en cada palabra y en cada oración que ahora plasmo te verás retratada y se, por último que tu amor por mi crecerá un poco más. Este texto es tuyo mi amor...

Otra vez estoy frente a este teclado escribiéndote. Anoche tuvimos una conversación larga, casi seis horas hablamos. Aún me parece poco. Todo el tiempo que paso contigo me parece insuficiente y nuestra mutua ausencia es inconmensurablemente larga, el tiempo, en este caso, se disloca y los minutos junto a ti pasan a ser milésimas de segundo, mientras que la lejanía, la falta de ti se torna en un tiempo de hastío, de desespero, de no poder soportar y tener que hacerlo. Te extraño y te necesito.

Esa conversación en particular me ha parecido la más enriquecedora de todas las que hemos tenido. Debo decir, eso si, que todas nuestras pláticas han sido motivo de alegrías y buenos ratos para mi. En cada una de ellas te aprendo, te conozco un poco más. Pedacitos de ti se me van mostrando en cada charla y mientras más te conozco, más te quiero, más te admiro, más te deseo, más te amo. Te has tornado, al pasar de los días y de las conversas, en un argumento magnífico para que valga la pena esforzarme, para que tenga sentido luchar, para que el día a día deje de ser un tedio de cosas repetidas y esté siempre en espera de las sorpresas que, con un mensaje o una llamada, me regalas en los momentos en que menos imagino.

Haber hecho el amor contigo, además, ha sido la experiencia más encantadora que hasta ahora haya vivido. Y digo hasta ahora, porque en cada uno de nuestros encuentros la experiencia muta y alcanza nuevos niveles de placer y de entrega recíproca. Amarte de viva carne, mi bella, es algo que quiero repetir a cada momento. Tú me levantas por dentro y por fuera. Haces que mis ganas de ti se incrementen en cada nueva lamida, en cada una de tus respiraciones, en los miles de poros que sudorosos cubren tu cuerpo apetecible. Logras hacer que mi lujuria y mi ternura se unan en una sola sensación, en un sólo acto de carnes entremezcladas, donde al sentirme dentro de ti tengo el convencimiento de que el paraíso existe y que tu eres su representación terrenal.

Definitivamente amarte es otra cosa, no tiene nada que ver con lo que haya vivido antes y menos aún con lo que he sentido. Tu persona, tu ser me transforma constantemente, me hace feliz, me revuelve la líbido, me altera el corazón de maneras que no puedo describir.

Mi bella, te amo profundamente, tanto que no deseo hacer otra cosa el resto de mi vida que no sea amarte.

Eres maravillosa desde las treinta y dos letras que forman tu encantador nombre al que amo, hasta esas canitas que salen de tu frente y que enternecen mi vida, pasando por tus ojos preciosos de mirada límpida; tus manos delicadas, sublimes, de tacto lúbrico y suavidad de seda; tu voz firme, tierna, femenina, una voz que me hace soñar con diosas y cantos de sirena; tus piernas firmes, tibias, suaves y siempre dispuestas a recibirme; tus letras que me enamoraron y me enamoran siempre que te leo, tu mi escritora y poetisa amada; tu rostro encantador adornado por unos labios que siempre querré besar; tu inteligencia invariablemente aguda y cargada de perspicacia, talento, agudeza, chispa, ingenio... Tus pechos, copas magníficas de las cuales ansío beber todos los días; tu humor, siempre presente. Adoro reírme contigo. Por último y no menos importante, tu delicada, suave, deliciosa, dulce, húmeda, tibia y siempre dispuesta femineidad, que como te he dicho, es una obra de arte, de un arte que debe haber ideado el propio Hímero, motivo de mis más desaforados sueños de sexo y lujuria. Por eso y muchísimas otras razones eres maravillosa y te amo, te amo por quien eres y por lo que representas en mi vida.

Muchos se preguntan porque razón estamos en el mundo, en el universo. ¿Cuál es la razón de que vivamos? Creo que la mayoría no conoce la respuesta y jamás la conocerá. Yo, gracias a ti mi bella, ya conozco mi respuesta: Yo vine a este mundo para amarte.

Sólo 3 hablaron pajita

More | 20 abril, 2010 10:16

Qué hermosa carta querido, qué hermosa! Sorprendida estoy de tu prosa poética.
Hay amores así, por suerte y bendición.
Besos!

3rn3st0 | 22 abril, 2010 01:33

More: Tal y como lo dices More: "Hay amores así..."

Ahora, justamente ahora vivo el momento más importante de mi vida. Amo a la mujer que protagoniza mi texto y ella me corresponde.

Besos para tí :-)

Anónimo Responder | 26 mayo, 2010 01:43

Que liiiiiiiiindo!!!!!!!!!! :) Sobran las palabras si te digo más que eso.

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